Cada día...

Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.
Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.

Ma. Elena Walsh

jueves, 7 de agosto de 2008

WebQuest en acción!!!

A partir de la actividad grupal de creación de WebQuest, surgieron algunos comentarios en el foro acerca de su alcance, de sus obstáculos, de sus potencialidades…

Como hemos leído y debatido, toda selección y uso de recursos debe estar fundamentada por un uso pedagógico en relación con los propósitos de la programación de la enseñanza y no por las propiedades del recurso en sí mismo.

Esta actividad en particular, comienza a tomar relevancia a partir de la necesidad de buscar estrategias didácticas que conduzcan a los estudiantes a realizar búsquedas, interpretación y validación de la información en Internet. Y a su vez, permite ofrecer una actividad placentera rompiendo las rutinas de las prácticas educativas tradicionales y desarrollando la autonomía y la cooperación en relación con el proceso de construcción de conocimientos.

Recordemos que la WQ permite que el estudiante navegue por Internet con una propuesta determinada y guiada (previamente seleccionada y diseñada por el docente)
De esta forma, su uso en la tarea educativa ofrece varias posibilidades:
· Facilitar la integración de Internet como recurso en el aula.
· Propiciar el trabajo por proyectos que incluyan a las TIC.
· Permitir la interrelación de áreas.
· Promover el aprendizaje cooperativo y colaborativo.
· Hacer un uso efectivo del tiempo.
· Potenciar el desarrollo de capacidades tales como comparar, identificar, clasificar, deducir, analizar.
· Favorecer un aprendizaje constructivo, ya que el alumno lleva a cabo procesos de búsqueda y selección de información, análisis, síntesis y evaluación.

Las webquest nos permiten reinventar nuevas formas de enseñar y de aprender, utilizando las TIC como herramientas motivadoras para transformar las prácticas tradicionales y emplear la potencialidad que ofrecen de generar proyectos que favorezcan el aprender a aprender, el pensamiento y la creatividad de los alumnos en la construcción de nuevos procesos.

Claro que no debemos descuidar “el alma de las WebQuest” dado que, como expresa Jarbas Novelino Barato “…la ausencia o presencia de alma depende del educador. Depende de la convicción, la creatividad, los valores. La WebQuest no es una solución técnica que pueda ser utilizada sin el compromiso del educador. La WebQuest refleja ciertas visiones del mundo y de la educación. En volver viejos valores como el de la belleza. Comprometer-se con una educación anclada en propuestas auténticas. Requerir mucha imaginación. Importa menos la extensión de los contenidos y más la profundidad de los estudios. Critica veladamente una pedagogía formalista. Implica, en fin, cambios importantes en la actitud por parte del educador. Y casi siempre una simple lectura de una WebQuest, puede hacernos percibir la ausencia o presencia de alma porque las obras son el resultado palpable de las creencias de sus autores. Es bueno estar atentos a la presencia o ausencia de alma en miles de WebQuest presentes actualmente Internet.
El uso de obras con alma ciertamente enriquecerá la educación. El uso de obras sin alma dará como resultado una educación sin compromiso con el conocimiento compartido, con el placer de aprender implicándose profundamente con el objetivo de los estudios, la aventura de elaborar conocimientos que den sentido para nuestra vida de cada día”.

“…la necesidad de alma no es una exclusiva de las buenas WebQuest, Software, o juegos educativos. Cualquier otro tipo de materiales con finalidades instructivas deben tener alma. Sin ella los productos de la tecnología educativa pueden ser técnicamente correctos pero no conquistaran los corazones y las mentes de los estudiantes. Esto no es un nuevo descubrimiento.
La exigencia de alma en acontecimientos y productos educativos forma parte del conocimiento tácito de todo profesor experimentado.
No es fácil, develar donde esta el alma del material o de las propuestas pedagógicas especificas. A pesar de ello juzgo que vale la pena examinar esta cuestión.”

Los invito a seguir pensando en las WQ a partir de la lectura de este texto “El Alma de las WebQuest”.

Formando al "ciudadano digital"

La relación sociedad-tecnología

Debemos considerar, en principio, que en la historia de la humanidad, el hombre incorporó desde siempre los diferentes adelantos tecnológicos y llegó a amigarse con ellos.

Para comprender la verdadera magnitud de esta sociedad red y poder establecer relaciones entre tecnología y uso social, partamos de entender la tecnología como “el uso del conocimiento científico para especificar modos de hacer cosas de una manera reproducible”.
[1]

Innegablemente, como cualquier elemento que le es desconocido, el hombre muestra ante cada nueva herramienta, rechazo, negación o desconfianza. Pero el usuario (aquel hombre primitivo como el del S. XXI) es quien le otorga significado a la tecnología, realizando prácticas con ella, apropiándose de su utilización (a veces muy lejana de los conceptos y utopías de sus creadores) y entendiendo de qué se trata, para qué y cómo se usa, siempre dentro de un contexto específico que convierte a este usuario en partícipe de un proceso generador de toda una nueva ecología de ideas.

Ahora bien, la convergencia tecnológica, entendida como la tríada de digitalización, informática y telecomunicaciones, abre paso a las denominadas “nuevas tecnologías de la información y la comunicación” y amplía la noción de relación entre avances tecnológicos y procesos sociales.

En esta relación, Internet constituye actualmente la base material y tecnológica de la “
Sociedad Red”, y se presenta como la infraestructura que permite el desarrollo de nuevas formas de relación social.

Al hablar de conceptos tales como redes, cooperación y comunicación no nos referirnos sólo a la condición actual, sino que son conceptos centrales de la vida social desde sus inicios.

McLuhan afirma que cada nuevo medio transforma nuestros modos de pensar y de comunicarnos.

Y llegó la Web 2.0

En los últimos 3 años surge un nuevo término:
Web 2.0 y con él, una nueva práctica en el uso de aplicaciones de Internet que no se limita a la noción de uso de una herramienta, sino que se configura como un nuevo modo de actuar en la red digital, la cual deja de ser una simple vidriera de contenidos multimedia para convertirse en una plataforma abierta, construida sobre una arquitectura basada en la participación de los usuarios.

Expresiones tales como blogs, wikis, folksonomía, tags, rss, widget… y tantas otras, comienzan a ser parte del vocabulario actual. Y aquellos que hemos sido “usuarios” de Internet, buscando información y comunicándonos a través del correo electrónico, de pronto nos encontramos sorprendidos al poder condensar nuestros “favoritos” en del.icio.us, al compartir fotos, música y videos con amigos y conocidos, al posicionar noticias en igoogle…todo ello sin la necesidad de guardar grandes volúmenes de información en el disco duro de nuestra PC y poder acceder a ellos desde cualquier lugar. Pero aún más asombrados cuando podemos crear un blog con infinidad de elementos (sin ser diseñadores ni programadores Web) y allí volcar nuestras ideas, pensamientos, preferencias, y compartirlos con otros, recibiendo sus valoraciones y comenzando así a construir este nuevo tejido social que, cabe aclarar, no inventa la colaboración entre las personas a partir de sus aplicaciones, sino que comienza a ofrecer un sinfín de posibilidades que facilitan el intercambio y la cooperación entre los individuos.

Jorge Luis Borges escribió: “…El jardín de los senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades.”

Podría asegurar que esta nueva experiencia es algo así como transitar ese “Jardín de los senderos que se bifurcan” imaginado por Borges. Un jardín con diversos porvenires y tiempos que se entrecruzan y van tejiendo esta red social de la cual derivan seis grandes ideas que Paul Anderson
[2] analiza para llegar a una comprensión más amplia y real del papel de la Web 2.0 y de su incidencia en la educación.
Estas ideas se basan en conceptos originalmente destacados por Tim O’Reilly en su escrito “Qué es Web 2.0?” y ellas son:

1- Producción individual y contenido generado por el usuario.
2- Aprovechamiento del poder da las masas.
3- Datos en una escala épica.
4- Arquitectura de participación.
5- Efectos de la Red.
6- Apertura.

El hecho está a la vista y este artículo que forma parte de una tarea de la Diplomatura, nos muestra cómo vamos generando contenidos (producción individual) y al poder interactuar con otros en este espacio, construimos nuevo conocimiento.
Claro que el simple hecho de “colgar” un contenido en la red no es sinónimo de creación y producción de conocimiento. Hay que validarlo, criticarlo, confrontarlo (aprovechamiento del poder de las masas)
Para lograr esta producción, hemos leído y comparado diversos textos e incluso hemos buscado otros (datos a una escala épica) Y para compartirla, hemos creado un “blogfolio” aprendiendo a usar los recursos que nos ofrece “Blogger”, logrando darle una impronta personal que muestra cómo somos, nuestros gustos, los enlaces, las ideologías… (arquitectura de la participación)
Pero no todos los alumnos tuvimos las mismas posibilidades, los mismos conocimientos previos, la misma velocidad de conexión de banda y, por ende, puede que muchos de nosotros hayamos experimentado frustraciones a la hora de utilizar la estructura (efectos de la Red)
Recordemos que, si bien estas herramientas no producen por sí mismas cambios en la sociedad, las circunstancias económicas, políticas, éticas y filosóficas en las que se utilizan y desarrollan, abren o cierran diferentes posibilidades culturales y sociales. Lo hemos podido observar a través de los comentarios en los foros…

Entonces, ¿podemos decir que el uso de estas aplicaciones de la Web 2.0 nos ha hecho más competentes?
Indiscutiblemente, no.
Lo que ha permitido nuestra producción ha sido la contextualización del uso de estas aplicaciones en una situación de enseñanza y aprendizaje con objetivos claros y con instancias de reflexión en grupo que permiten no dejarnos deslumbrar por ellas dado que, más allá de su potencialidad para el diálogo y la construcción colectiva de significados, presentan algunas contrariedades.

Castells señala un aspecto que puede servirnos de conclusión: “Se trata de la capacidad educativa y cultural para utilizar Internet. Es decir, hablamos de aprender a diferenciar entre el conocimiento codificado que se encuentra en la red, y las habilidades para gestionarlo. Es la diferencia entre acceder a la información y acceder al conocimiento. Se trata de un aspecto cuyas consecuencias están directamente ligadas a la sensibilidad de los gobiernos para preparar a sus ciudadanos en la aceptación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.”
[3]

Por ello, si entendemos Internet como "bien común" es urgente formar “ciudadanos digitales” con derechos y obligaciones, capaces no de adaptarse a las tecnologías sino de modificarlas y recrearlas a partir de su uso, otorgándoles significado.
Es allí donde nuestro compromiso como educadores cobra singular importancia porque igualdad de oportunidades y de derechos, responsabilidad y criterio social son conceptos que debemos tomar en cuenta a la hora de pensar en la educación utilizando las posibilidades que nos ofrece Internet como arquitectura de la participación a través de la utilización del software grupal.

[1] Manuel Castells toma de Harvey Brooks y Daniel Bell, [CASTELLS 1997:56]
[2] http://www.eduteka.org/Web20Ideas.php
[3] Juan de Pablos Pons “La tecnología educativa en el marco de la sociedad de la información” Universidad de Sevilla