Hace unos meses atrás, hablaba en una de las entradas, del bolsillo secreto que guardan las tecnologías y que nos permite experimentar nuevas formas de vida. Este "vivir enredados y conectados" que todos los días nos sorprende con algo nuevo, con un aprendizaje por descubrir, con un rostro que imaginar, con un encuentro en algún rinconcito virtual que nos llena de emoción y de alegría.
Pensaba en el inicio de esta bitácora y en su objetivo primitivo, que era postear los artículos de cada uno de los módulos que iba recorriendo en la Diplo de FLACSO.
Pero, de pronto, se abrió a nuevos espacios, otros senderos con quienes compartir conocimientos, nombres nuevos con intereses comunes, encuentros, desencuentros, partidas y llegadas, y así, pasito a paso, se fue tejiendo la red.
Esa red que actúa de sostén y me prolonga en cada uno de mis acompañantes de ruta.
Y hoy, en particular, se abre un poquito más... porque quiere llegar a un grupo de colegas que en la audacia de navegar por la blogosfera, están desatando en mí esas emociones fuertes que van nutriendo la profesión docente: la alegría, la sorpresa, la elevación hacia nuevas formas de construir lazos y expandirlos.
Para ellos, y para todos los que se animan a seguir tejiendo redes, les quiero dejar (como maestra jardinera que soy) el enlace a una adaptación del cuento infantil "La familia Delasoga" de Graciela Montes.
Para que lo lean, para que lo piensen... y para que recuerden que hemos cortado algunas sogas en la plataforma de nuestro curso virtual sólo para ofrecer un nuevo espacio de exploración, pero confiando en que, al volver "a casa", estarán fortalecidos con esta independencia de andar por la vida libres, pero a la vez, muy unidos.
1 comentarios:
Que buena reflexion Fernanda, me gustó que trajeras como recurso el cuento de Graciela Montes (lo descubrí cuando mi hija era muy pequeña, y lo leimos juntas una y mil veces)para repensar las redes
un abrazo
tere(sa)
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